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Inicio del proyecto SNUG: para combatir la pobreza energética y liderar la revolución de la construcción verde

La pobreza energética está aumentando en toda Europa a medida que un número cada vez mayor de ciudadanos tiene dificultades para permitirse el acceso a la energía esencial, particularmente con el aumento de los costes de la energía y la volatilidad del mercado debido al contexto geopolítico actual. En respuesta a este desafío urgente, e impulsado también por la preocupación por la sostenibilidad, SNUG, un proyecto de innovación cofinanciado por la Unión Europea (UE), el Departamento de Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI) y la Secretaría de Estado de Educación, Investigación e Innovación (SERI), está poniendo un enfoque estratégico en la eficiencia energética de los edificios desde el punto de vista de la construcción.

El consorcio SNUG, integrado por 17 entidades asociadas de 11 países, entre ellas Becsa, se citó este mes de noviembre en Valencia para su reunión de lanzamiento. La sesión inaugural se centró en debatir sobre el compromiso colectivo de innovar en materiales de construcción a través de alternativas sostenibles y crear herramientas de vanguardia para abordar las necesidades cambiantes de los responsables de la toma de decisiones en la industria de la construcción. Con un fuerte énfasis en la conciencia ambiental, la eficiencia y el impacto global, los socios también se centraron en explorar oportunidades para la futura implementación en el mercado.

Una llamada a priorizar la eficiencia energética

Según la Comisión Europea, más de 30 millones de edificios en la UE consumen un exceso de energía (al menos 2,5 veces más que la media de los edificios), cosa que aumenta las facturas energéticas de los hogares. Las personas que se enfrentan a la pobreza energética son esencialmente las que viven en edificios de peor rendimiento energético. De hecho, la eficiencia energética está ampliamente aceptada como la solución más eficaz para aliviar la pobreza energética. Los edificios renovados y mejor aislados son sinónimo de menores costes energéticos.

Más allá de las motivaciones de justicia social, también existe una dimensión ambiental crítica y subyacente. Como parte del Pacto Verde, la UE ha establecido objetivos ambiciosos para la neutralidad climática y la descarbonización del parque inmobiliario de los estados miembros, comprometiéndose a convertir todos los edificios en Edificios de Cero Emisiones (ZEB) para 2050. Actualmente, los edificios representan alrededor del 40% del consumo total de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dentro del bloque. Además, a lo largo de su construcción, uso, renovación y demolición, los edificios contribuyen con aproximadamente el 50% de los materiales extraídos y más del 35% de la generación total de residuos de la UE.

Transformando los edificios del mañana

SNUG tiene como objetivo desarrollar una metodología innovadora basada en los principios de la economía circular y la inteligencia artificial para rediseñar la industria de la construcción y fomentar la transición a edificios sostenibles y de alto rendimiento energético a un costo óptimo. La misión es clara: mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad de los edificios a lo largo de todo su ciclo de vida al capacitar a los arquitectos y constructores para que tomen decisiones más ecológicas.

El núcleo de la visión de SNUG es el desarrollo de nuevas soluciones de aislamiento térmico y prefabricados ligeros hechos de materiales renovables locales y componentes de base biológica para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad a un costo competitivo, y la creación de un asistente de herramienta digital para apoyar a los arquitectos y constructores en la selección de materiales y procesos de diseño, proporcionando soluciones a medida teniendo en cuenta los aspectos técnicos, ambientales y económicos. Estos esfuerzos se complementan con el establecimiento de una base de datos de materiales de aislamiento térmico que se lanzará como una herramienta de datos abiertos, enumerando las soluciones existentes y nuevas con información detallada de evaluación del ciclo de vida, y la agregación de un libro de registro digital de edificios para facilitar la toma de decisiones y el intercambio de información dentro del sector de la construcción, conectando a los propietarios y ocupantes de edificios, las instituciones financieras y las autoridades públicas.

‘’Los edificios son absolutamente fundamentales para nuestra vida diaria. Por lo tanto, adoptar prácticas de construcción más respetuosas con el medio ambiente no es solo una elección, sino que es imperativo para garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras’’, afirma Amparo Roca de Togores López, coordinadora del proyecto SNUG. ‘’SNUG prevé un mundo en el que los edificios se integran perfectamente con el medio ambiente. Al seleccionar materiales aislantes de bajo impacto que se alinean con las características únicas y el entorno de cada edificio, creemos que la industria de la construcción puede reducir significativamente el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Junto con la eficiencia energética, priorizamos la rentabilidad y nos comprometemos a desarrollar soluciones que democraticen la sostenibilidad, permitiendo que las comunidades luchen contra la pobreza energética.’’

Durante los próximos tres años y medio, SNUG implementará y validará su innovador enfoque en tres edificios reales. Estos casos de uso se centrarán en renovaciones y nuevas construcciones, abarcando viviendas, oficinas y espacios comerciales, en diferentes climas:

  • Noruega – clima escandinavo: edificio de nueva construcción perteneciente a la empresa de desarrollo urbano
  • Suiza – clima continental: renovación de edificios de propiedad privada y uso residencial
  • España – clima mediterráneo: rehabilitación de un edificio en una zona industrial dedicada a actividades de oficina

La eficiencia energética, la huella de carbono, el confort interior y la durabilidad de la estructura se cuantificarán a través de un seguimiento continuo para evaluar el éxito de la metodología propuesta en la consecución de los estándares ZEB, así como su potencial de replicabilidad.