Construcción de cuatro espigones con una longitud de entre 100 y 120 metros y una anchura de coronación de 5 metros. Alcanzan la profundidad necesaria para impedir movimientos significativos del sedimento.

Además de actuar de defensa de la línea de playa, otro de los objetivos de las obras es asegurar una anchura mínima suficiente a lo largo de toda su longitud para el correcto desarrollo de la función lúdica de la playa.